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Born Again, la serie con la que Marvel se pone seria de verdad en Disney+

Born Again, la serie con la que Marvel se pone seria de verdad en Disney+


La tumultuosa gestión de los derechos audiovisuales de Marvel a lo largo de los años ha dado pie a productos terriblemente irregulares, pero por el camino también nos hemos topado con verdaderas gemas. Ese fue el caso de Daredevil, que hace ya 10 años sorprendió en Netflix con una fidedigna representación de ese universo.

Tres temporadas, un spin-off y un crossover después, Matt Murdock “renace” con Daredevil: Born Again, la confirmación oficial en Disney Plus de que todos aquellos acontecimientos pasaron “de verdad” en el UCM y que ahora es el momento de arrancar una nueva etapa.

Como bien sabréis, los actores originales vuelven al ruedo, con Charlie Cox como Matt/Daredevil, Vincent D’Onofrio como Wilson Fisk/Kingpin o Deborah Ann Woll como Karen Page.

De hecho, tanto Cox como D’Onofrio ya habían tenido una presencia importante en el UCM, pero con un resultado bastante descafeinado. El Kingpin que vimos en Ojo de Halcón o especialmente en Echo tenía ciertos rasgos del original, pero le faltaba fuerza. No tanto física, como psicológica. Tenía que volver a ser una mente perversa capaz de manipular a todos poco a poco y aquí lo es.

Precisamente, el punto más fuerte de esta primera temporada de Daredevil: Born Again (dividida en 9 episodios de algo más de 40 minutos) es que no tiene miedo de seguir los pasos oscuros de la original.

Por un lado, nos quiere mostrar una ciudad de Nueva York sucia, hostil y corrupta en muchos de sus aspectos. Lo hace a través de personajes que muchas veces son mezquinos, pero lo suficientemente ambiciosos como para que su mala fe se imponga. También hay personas débiles, incapaces de hacer frente a los más manipuladores.

En ese sentido, asusto un poco pensar cómo el Kingpin que vemos aquí podría existir sin problema en el mundo real. Este Wilson Fisk erigido en alcalde es alguien que arranca ofreciendo la panacea a sus votantes, para poco a poco ir corrompiendo su mensaje hasta que es demasiado tarde para que echarse atrás.

Está claro que él mismo se cree sus mensajes y dice querer huir de su faceta mafiosa, de ser Kingpin, pero en el fondo no puede evitar su propia naturaleza. Eso mismo pasa con Matt Murdock, que tras un impactante arranque de temporada quiere dejar atrás su faceta de justiciero enmascarado, pero siente que forma parte de su ADN.

Así, el Daredevil que encontramos aquí está roto por la tragedia, está furioso, por lo que no es capaz de controlarse. Durante toda la temporada se nos presenta a un Matt Murdock inteligente, hábil, pero perdido. Aún así, en un mundo así de corrupto, un héroe quebrado es la única solución.

Disney

La serie no solo ahonda en la dualidad de Kingpin y Daredevil (son dos caras de la misma moneda, para bien y para mal), sino también en otras facetas de la Marvel más urbana, como el concepto de los vigilantes enmascarados, esos que no entrarían ni de coña en Los Vengadores, pero que pueden salvar vidas en un callejón porque creen en lo correcto.

Así, en la temporada nos topamos con héroes “de segunda división” pero muy interesantes como White Tiger, además de otros villanos poco poderosos pero muy temibles como Muse (que aquí se ve “despojado” de sus poderes o al menos no se hacen evidentes) que ocupan buena parte del metraje.

Lo interesante es que estos secundarios no son meras distracciones, sino que son piezas clave para la construcción de una historia en la que Daredevil ha de aprender a conocerse a sí mismo de nuevo, a entender por qué lucha.

No faltan otros secundarios relevantes de la serie original de Netflix, como la ya citada Karen, Foggy o, cómo no, John Bernthal como The Punisher, aunque ya os advertimos que debéis rebajar vuestras expectativas sobre el tiempo en pantalla de estos personajes, ya que esta temporada quiere centrarse más en otros.

Aún así, cuando aparecen son realmente explosivos, sobre todo en el caso de Punisher, que es pura adrenalina y, sobre todo, representa el lado más desinhibido de Daredevil. Él lo tienta a hacer lo que su conciencia le dice que esconda.

La justicia está ciega… de rabia

Cuando toca pasar a la acción, la serie cumple estupendamente con esas expectativas que tenemos de ver peleas a cara de perro, llenas de gritos, miembros partidos y golpes a traición. Mención especial para un capítulo 1 que se marca un falso plano secuencia realmente memorable, lleno de cambios de encuadres y ubicaciones.

Al margen de las propias peleas, la serie no se achanta al mostrar elementos que hasta ahora eran bastante tabú en Marvel, como un pelín de sexo (tampoco os vayáis a hypear mucho) y el que, muy probablemente, es el momento más BESTIA Y GORE que hemos visto nunca en el UCM. Muy top.

Daredevil Born Again

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También destaca la forma en que se representan los sentidos agudizados de Matt, con zooms compensados y aberraciones de la imagen que nos hacen “entender” cómo el héroe es capaz de filtrar todo lo que oye para localizar el verdadero peligro.

Hasta el apartado sonoro hace un muy buen trabajo con melodías que nos llevan de lleno a la acción y los giros (mención especial para una reinvención más “etérea” del tema original de la serie, muy acertada), además de unos efectos de sonido que duelen cuando toca y nos sumergen en los sentidos de Matt cuando es necesario.

No todo son aciertos y es verdad que la serie a veces intenta forzar ciertas conexiones con el UCM (en particular, con Echo y con Ms. Marvel) que no van a ningún lado y que suenan a paja para alargar metraje. Esos tramos son los que parecen más fuera de lugar, aunque no son excesivos.

También sucede que, como no hay resumen de las temporadas previas, habrá quien se sienta algo perdido con según qué personajes, aunque todo lo crucial se explica, más o menos.

La serie se guarda bastantes bazas para una segunda temporada que ya está confirmada y eso, en el inestable mundo de Disney+ (que se lo digan a The Acolyte) no nos gusta demasiado, pero tiene la solidez y la calidad necesarias para que se cumpla la estrategia.

Terminamos esta crítica de Daredevil: Born Again diciendo que es, con claridad, una de las mejores series del UCM y uno de los productos más sólidos que ha dado Marvel en bastante tiempo. Si queréis dedicar unas cuantas horas a una historia interesante, podéis apostar por esta… sin miedo.



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